
Como siempre, les comparto mi último viaje a Freyre, Córdoba.
Dado que se me complica subir las fotos, pueden verlas en https://www.facebook.com/angelaugusto.l ... ploaded=72
Abrazo
Los años se nos van pasando sin casi darnos cuenta… y cuando tomamos consciencia del tiempo que pasó es cuando comenzamos a sentir la nostalgia y el recuerdo de los momentos y lugares más gratos por los que pasamos y aquellos que tal vez sin darse ni darnos cuenta nos han dejado una marca indeleble en el corazón…
Es también ahora el momento en el que las estructuras del castillo de naipes de nuestra vida comienzan a flaquear y así nos vamos enterando de amigos y compañeros que se nos han ido adelantando para marcarnos el camino a seguir en algún momento…
Por ello es que jamás dejaré de agradecer a Tata Dios por darme suficiente salud, muy a pesar de PAMI… para a mi edad permitirme “volver a vivir”, ahora montando una moto, y recorrer rutas y caminos haciendo y conociendo amigos y aún visitando a aquellos que la vida y las distancias nos separaron físicamente pero en nuestro interior siempre hubo una llamita encendida…
Y así fue con Sarita… Tras recibirnos ella se fue con su Negro Sosa a hacer Patria en Freyre… y por su casa pasé en viaje de luna de miel allá por 1971… De allí en más nunca volví a saber de ellos hasta que tiempo atrás nos juntamos en éste medio y así surgió la oportunidad del reencuentro…
La de siempre… levantada temprano a las 4.30, el desayuno cafetero con tostadas de jamón de ciervo y manteca y el infaltable Actron que como buen placebo pienso asegurara un viaje confortable… De allí en más, cargar a Antonieta y a las 6.10 arrancar hacia el ACA Debenedetti donde iniciaré oficialmente el viaje.
Del vamos ya Débora, mi playera favorita (;>)))) me dio un anticipo de lo que me esperaba al comentarme que había mucha gente saliendo, cosa que ya me había parecido en mi trayecto desde casa por Gral Paz y luego Panamericana… que usualmente a esa hora está desierto.
Y así fue nomas… Panamericana atestada, al punto tal que los peajes estaban liberados… se avanzaba poco más que a paso de hombre… afortunadamente la moto tiene sus ventajitas y por supuesto que sin locuras y con mucha prudencia pude ir avanzando… Pero la cuestión era para largo y tras andar varios km apareció la madre del borrego… tremendos bancos de niebla que por momentos no permitían ver mucho más allá de 20 o 30 más por delante… y eso fue entre Escobar y Campana.
Fue éste un viaje pleno de emociones… diría que al momento, y no fueron pocos mis viajes, fue el que más me impactó… Estaba para cargar nafta en Ramallo cuando un Sr. desde una camioneta se interesa por Antonieta… de allí en más se baja y comenzamos una amable charla donde me cuenta que tiene una Tornado y cuando puede sale a la ruta y hasta ha llegado a Brasil… Cargadas nuestras maquinas, la seguimos en el estacionamiento donde se suma la esposa a la charla. Me tome un café con los bizcochitos que llevo siempre y aprovechamos para intercambiar nuestros datos, la foto correspondiente y reencontrarnos en el face… hoy Martín Jaureguy Auza está entre mis amigos…
Pero la cosa no termina allí… Estaba haciendo un alto en la huella en la ruta, altura Arocena, para tomar un café y acomodar la raya… una Honda NC 700 que me pasa… dá la vuelta y se me pone a la par para preguntarme si precisaba algo… Le dije que no… le agradecí la atención y ofrecí café, cosa que aceptó… Marcelo estaba rumbo a Bolivia o donde las rutas y vientos lo llevaran… Intercambiamos los datos y tras el abrazo de ley nos despedimos y siguió raudo su viaje… Y me quedé pensando en el ESPÍRITU MOTOCICLISTA… así como es habitual leer quejas respecto de quienes ni siquiera saludan en el camino, también es por demás loable y enriquecedor destacar actitudes como la de Marcelo… y que con toda seguridad no han de ser pocas…
Seguí mi camino… poco antes de llegar a San Francisco, paro nuevamente a “cafetear” y reacomodar anatomía, cuando nuevamente aparece Marcelo que había parado a descansar y almorzar y retomaba su ruta… nuevamente el café compartido y ahora sí, un “Hasta siempre amigo!!!”
Finalmente, a las 16.30 estaba tocando el timbre en lo de Sarita… el corazón que bulle y acelera su ritmo en un arrasador torbellino de 47 años… y allí se apareció ella rozagante para abrir la puerta y recibirme… abrazo fuerte, emotivo y prolongado…
Desensillo y me acomodo en la habitación que tenía dispuesta para mí… Tras ello, mates y rosca de Pascua… y charla… mucha charla… Muchos temas comunes… la familia, hijos, nietos, el Negro que ya no está… Los inicios profesionales haciendo Patria cuando llegaron y tuvieron que hacer el trabajo de “educar” a la gente en un pueblo en aquel entonces pequeño, y por sobre todo para ella hacer valer su profesionalidad siendo mujer… porque “la Sarita” se dedicó al trabajo de campo en tambos especialmente… no era “pá cualquiera” en aquellos tiempos donde pocas eran las mujeres veterinarias y mucho menos aún que trabajaran en grandes… pero con fuerza y perseverancia fueron derrumbando tabúes y abriendo caminos para las generaciones de profesionales que vendrían más tarde… porque siempre es así… cuando se comienza a trabajar en un lugar “virgen” es necesario cambiar una gran cantidad de criterios y costumbres fundamentalmente empíricas y enseñar y promover las nuevas técnicas… como lo más básico y elemental de no tratar de sacar un ternero atascado con el tractor, sino tratar de acomodarlo y tirar con cuidado para preservarlo vivo o bien hacer una cesarea… Después siguieron los trabajos para mejorar el trabajo en los tambos… claro, eran otras épocas y había muchos…
Recuerdo mientras escribo, y me rio, que me contó de un día que andaba paseando en el cochecito a una de sus hijas y estaban unos paisanos tratando de voltear un caballo y no podían… ella se acerca y les dice que no estaban haciendo bien la maniobra… Ante esto le dijeron de todo y poco menos la mandaron a lavar los platos… Sin embargo con su buen carácter tomó el lazo, hizo la maniobra como corresponde, volteó el animal y siguió paseando a su hija…
Al día siguiente lo paran al Negro y le dicen “Había sido brava su mujer Dr. Ehhh!!!!” (;>))))) Claro hoy no nos sorprende ver a una mujer veterinaria trabajando a campo… de hecho, con los años nuestras facultades se han ido “superpoblando” de mujeres, pero en nuestros inicios no eran muchas más de 10 en una promoción de a lo sumo 150 estudiantes… y a no dudar que no era fácil hacerse valer en un medio eminentemente machista para los trabajos de campo…
Viernes… como siempre, tempranero y a comenzar con los mates y bizcochitos y garabatear en la Tablet alguna idea para ir armando éste relato… Día para cumplirle a Sarita mi promesa de hacerle la bondiola de cerdo a la pizza que le había prometido y para la que había llevado la mayoría de los ingredientes…
Asique manos a la obra con los preparativos… preparar y condimentar la carne… cortar las cebollas y el morrón para después de una suave fritura agregarle condimentos, azúcar y ron y dejarla a la espera del momento de cubrir la carne cuando estuviera casi a punto…
Llegado ese momento, a cubrirla con el preparado previo y sobre éste queso cremoso, condimento para pizza y orégano… un ratito más al horno… y a darle “pá que tenga”!!! (;>)))))) Y si, claro… después de eso que menos se podía pedir que una reparadora siestita para amenizar la digestión… (;>)))
Las 17.35 y comienza a desarrollarse otra importante etapa de éste viaje… Con Fernando, más conocido en el ambiente motociclístico como “Soniafernando” nos “conocemos” desde hace casi 1 año… y sin él proponérselo fue la musa inspiradora para que le pusiera nombre a mi moto cuando comentaba que la suya se llamaba Margarita… y realmente no son pocos los que bautizan a sus máquinas, pero no todos exhiben su nombre en ellas…
No sólo es un incansable viajero junto a su esposa Sonia, sino que un eximio relator de sus viajes… verdaderamente leyéndolo se viaja a la par de él, tal es su calidad narrativa, cosa que admiré desde siempre. Lo cierto es que no pocas veces nos prometimos encontrarnos para conocernos personalmente, pero por distintas circunstancias nunca se dio la ocasión… hasta ahora!!!
Fernando está de viaje hacia el Norte… hasta dónde llegue con sus vacaciones y dineros… (;>))) y coincidió que para el 31 de Marzo estaría haciendo escala en Miramar, apenas a 100 km de Freyre. Como ese era un lugar que yo tenía intenciones de conocer, nos prometimos el encuentro y justamente a las 17.35 del viernes 30 me informa que se había instalado ya en Miramar, pasa la dirección y arreglamos para ir para allá al día siguiente tempranito…
Claro, un encuentro de dos personas no tiene nada de raro o descomunal… sólo que en nuestro caso, viviendo él en La Plata y yo en Caseros, que estamos a unos 70 km de distancia, tenemos que combinar para conocernos a 700 km de nuestras residencias… (;>)))) Pero bueno, así son las cosas y los misteriosos designios de Tata Dios...
Como buen mañanero, tranquilito, a las 6.30 y apenas esbozando la claridad inicio el viaje a Miramar tomándome mis tiempos para disfrutar y respirar el amanecer y sacar alguna foto, llegando a destino a las 8.30…
Emotivo y gran momento en el que nos fundimos en gran y sentido abrazo con Fernando y Sonia y se conocieron Antonieta y Margarita… nacidas ambas en la misma maternidad de Jawa o RVM como se llama ahora. Tras el saludo, cargamos los bártulos y nos fuimos a tomar unos mates con bizcochitos Don Satur a la costanera de la laguna como para darnos tiempo a calentar y descargar el pico… (;>))))
Terminada el agua caliente, aunque no las charlas, salimos a una breve recorrida recalando en el Gran Hotel Viena donde realizamos una interesante e instructiva visita guiada… No abundaré en detalles de ella y tan sólo les mostraré algunas fotos… sin embargo a quienes les interese el tema les dejo uno de los tantos links al respecto, aunque a no dudarlo encontrarán muchos más y hasta seguramente con otras historias… https://www.granhotelviena.com/la_verdadera_historia/ Sea cual sea la “verdadera historia” no deja de ser fuerte sentirse dentro del teatro de la misma y pensar en quienes estuvieron o pudieron haber estado allí y los misterios y secretos que atesoran las mudas paredes en partes desvencijadas que nos rodeaban…
Una de las características de las habitaciones es que no había camas matrimoniales y si les tengo que confesar mi sensación, por el tipo de cama y características de la habitación, me sabían a hospital… pero bueno, es una sensación muy personal…
Tras la recorrida que duró cerca de 1 hora, era el momento en que nuestros famélicos estómagos pedía una caricia… así es que fuimos a la oficina de turismo a averiguar por algún lugar como le gusta decir a Fernando, BBB… Estábamos decidiendo dónde ir y que menú elegir, cuando Sonia toma la mejor decisión: se fue a un super y trajo para armar suculentos sandwichs con fiambre surtido… se terminaron allí todas las dudas o discusiones (;>))))))
Estábamos ya meta sobremesa y pensando qué hacer, cuando a Fernando se le ocurre preguntarme si no estaba un poco baja la cubierta trasera… la miro… si, parecía estarlo… Me acerco (nos acercamos) a verificar y en efecto así era. Gracias a Tata Dios poco tiempo después de comprarla le agregué el caballete a Antonieta, así es que la posicionamos adecuadamente y al revisar la cubierta apareció el extremo de lo que sería un tornillo Parker descabezado de unos 4 mm de diámetro. Llamativamente y pese a tener Slime… lo tendría realmente?? No fui yo quien lo puso aunque en su momento me devolvieron el envase… Lo cierto es que ni visas de aparecer en ningún momento el producto y ni siquiera adherido a los casi 5 cm de largo del tornillo…
Como buen viajero llevo equipo completo, así es que de inmediato desplegamos el equipo para pinchaduras y leyendo las instrucciones comenzamos la reparación… Todo muy bien y perfecto, seguimos todos los pasos, colocamos el tarugo, inflamos la cubierta… y al momento de la prueba… algo no anda bien, pierdeeee!!!
Macana de novato, pensé… A retirar lo puesto, repasar las maniobras previas con mayor dedicación y colocar un nuevo tarugo e inflar… Sapo nuevamente… algo no estaba funcionando bien o yo no lo estaba haciendo según técnica…
Así fue que ante éste inconveniente debimos suspender el programa que teníamos previsto… Fernando fue a ver a un gomero que nos recomendara el dueño del hospedaje, pero el buen señor no tenía ganas de trabajar porque estaba lavando el auto… En fin, nunca falta alguien así… por lo tanto, inflada a la cubierta e iniciar retorno a Freyre buscando gomería, con Fernando “cuidándome” la espalda por lo que pudiera pasar… Averiguo en una estación de servicio y me derivan a una gomería pero estaba cerrada… a quien se le ocurre pinchar una goma un sábado a la tarde y casi sobre el final de la siesta… (;>)))) sólo a un pseudo porteño se le puede ocurrir algo así… (;>)))
Finalmente, en Balnearia paro frente a una estación de servicio a preguntar y me mandan a una gomería en frente… Había una moto a la vista, por lo que me dije, aquí safo!!! Y si, así fue… muy atento el hombre me atiende, montamos a Antonieta en su caballete, revisa la cubierta, saca el tarugo que tenía y sin más ni más y menos vueltas que yo, coloca otro y así quedó y está hasta hoy… La explicación que me dio es que mi tarugo era muy duro… (literal, malpensados y facilistas chistosos abstenerse de comentarios baratos…) y realmente debo creerlo porque evidentemente había un problema de contacto y obturación que no pudo solucionar ni el pegamento…
Pero lo más importante y sobre todo de destacar es que éste buen señor no se abusó de la situación y cobró lo que tenía que cobrar… apenas $ 50.- porque en éstas circunstancias uno vá entregado y esperando que “te sacudan” sin más ni más… Felizmente siempre se termina encontrando gente honesta!!!
Llegado a Freyre, urgente a comprar un buen heladazo para cenar… y así con Sarita entre charla y helado terminamos el día y me fui a descansar temprano porque tenía decidido adelantar mi regreso para evitar la esperable congestión de las rutas el lunes…
1 de Abril a partir de las 6… preparo jugo fresco para el viaje, cargo a Antonieta, sentida despedida de Sarita con la promesa de un futuro retorno y a las 6.50 inicio el regreso, llegando a casa a las 15.30 tras 8.40 horas de viaje. Placentero viaje, con escaso tránsito de camiones y sólo tramos con viento de frente y de costado que aumentaron el consumo de nafta pero no incidieron en la velocidad.
En resumen… un hermoso viaje del cual las mejores fotos y paisajes no están en la cámara y por ello no podré compartirlos con ustedes… están en lo más profundo de mi corazón y me acompañarán por el resto de mi vida… Las ruteadas de éste año, Carpintería primero, ésta ahora y la próxima a Corrientes serán esencialmente para decorar el espíritu… una suerte de “volver a vivir y revivir”…
RESUMEN TÉCNICO ANTONIETA.
Km recorridos: 1440
Consumo total: 74.35 lt
Consumo promedio: 18.97 km/lt
Mayor consumo: 14.92 km/lt En ruta 34 hasta Rosario por los vientos.
Menor consumo: 21.363 km/lt
Velocidad: entre 85 y 100 km
Dado que se me complica subir las fotos, pueden verlas en https://www.facebook.com/angelaugusto.l ... ploaded=72
Abrazo
Los años se nos van pasando sin casi darnos cuenta… y cuando tomamos consciencia del tiempo que pasó es cuando comenzamos a sentir la nostalgia y el recuerdo de los momentos y lugares más gratos por los que pasamos y aquellos que tal vez sin darse ni darnos cuenta nos han dejado una marca indeleble en el corazón…
Es también ahora el momento en el que las estructuras del castillo de naipes de nuestra vida comienzan a flaquear y así nos vamos enterando de amigos y compañeros que se nos han ido adelantando para marcarnos el camino a seguir en algún momento…
Por ello es que jamás dejaré de agradecer a Tata Dios por darme suficiente salud, muy a pesar de PAMI… para a mi edad permitirme “volver a vivir”, ahora montando una moto, y recorrer rutas y caminos haciendo y conociendo amigos y aún visitando a aquellos que la vida y las distancias nos separaron físicamente pero en nuestro interior siempre hubo una llamita encendida…
Y así fue con Sarita… Tras recibirnos ella se fue con su Negro Sosa a hacer Patria en Freyre… y por su casa pasé en viaje de luna de miel allá por 1971… De allí en más nunca volví a saber de ellos hasta que tiempo atrás nos juntamos en éste medio y así surgió la oportunidad del reencuentro…
La de siempre… levantada temprano a las 4.30, el desayuno cafetero con tostadas de jamón de ciervo y manteca y el infaltable Actron que como buen placebo pienso asegurara un viaje confortable… De allí en más, cargar a Antonieta y a las 6.10 arrancar hacia el ACA Debenedetti donde iniciaré oficialmente el viaje.
Del vamos ya Débora, mi playera favorita (;>)))) me dio un anticipo de lo que me esperaba al comentarme que había mucha gente saliendo, cosa que ya me había parecido en mi trayecto desde casa por Gral Paz y luego Panamericana… que usualmente a esa hora está desierto.
Y así fue nomas… Panamericana atestada, al punto tal que los peajes estaban liberados… se avanzaba poco más que a paso de hombre… afortunadamente la moto tiene sus ventajitas y por supuesto que sin locuras y con mucha prudencia pude ir avanzando… Pero la cuestión era para largo y tras andar varios km apareció la madre del borrego… tremendos bancos de niebla que por momentos no permitían ver mucho más allá de 20 o 30 más por delante… y eso fue entre Escobar y Campana.
Fue éste un viaje pleno de emociones… diría que al momento, y no fueron pocos mis viajes, fue el que más me impactó… Estaba para cargar nafta en Ramallo cuando un Sr. desde una camioneta se interesa por Antonieta… de allí en más se baja y comenzamos una amable charla donde me cuenta que tiene una Tornado y cuando puede sale a la ruta y hasta ha llegado a Brasil… Cargadas nuestras maquinas, la seguimos en el estacionamiento donde se suma la esposa a la charla. Me tome un café con los bizcochitos que llevo siempre y aprovechamos para intercambiar nuestros datos, la foto correspondiente y reencontrarnos en el face… hoy Martín Jaureguy Auza está entre mis amigos…
Pero la cosa no termina allí… Estaba haciendo un alto en la huella en la ruta, altura Arocena, para tomar un café y acomodar la raya… una Honda NC 700 que me pasa… dá la vuelta y se me pone a la par para preguntarme si precisaba algo… Le dije que no… le agradecí la atención y ofrecí café, cosa que aceptó… Marcelo estaba rumbo a Bolivia o donde las rutas y vientos lo llevaran… Intercambiamos los datos y tras el abrazo de ley nos despedimos y siguió raudo su viaje… Y me quedé pensando en el ESPÍRITU MOTOCICLISTA… así como es habitual leer quejas respecto de quienes ni siquiera saludan en el camino, también es por demás loable y enriquecedor destacar actitudes como la de Marcelo… y que con toda seguridad no han de ser pocas…
Seguí mi camino… poco antes de llegar a San Francisco, paro nuevamente a “cafetear” y reacomodar anatomía, cuando nuevamente aparece Marcelo que había parado a descansar y almorzar y retomaba su ruta… nuevamente el café compartido y ahora sí, un “Hasta siempre amigo!!!”
Finalmente, a las 16.30 estaba tocando el timbre en lo de Sarita… el corazón que bulle y acelera su ritmo en un arrasador torbellino de 47 años… y allí se apareció ella rozagante para abrir la puerta y recibirme… abrazo fuerte, emotivo y prolongado…
Desensillo y me acomodo en la habitación que tenía dispuesta para mí… Tras ello, mates y rosca de Pascua… y charla… mucha charla… Muchos temas comunes… la familia, hijos, nietos, el Negro que ya no está… Los inicios profesionales haciendo Patria cuando llegaron y tuvieron que hacer el trabajo de “educar” a la gente en un pueblo en aquel entonces pequeño, y por sobre todo para ella hacer valer su profesionalidad siendo mujer… porque “la Sarita” se dedicó al trabajo de campo en tambos especialmente… no era “pá cualquiera” en aquellos tiempos donde pocas eran las mujeres veterinarias y mucho menos aún que trabajaran en grandes… pero con fuerza y perseverancia fueron derrumbando tabúes y abriendo caminos para las generaciones de profesionales que vendrían más tarde… porque siempre es así… cuando se comienza a trabajar en un lugar “virgen” es necesario cambiar una gran cantidad de criterios y costumbres fundamentalmente empíricas y enseñar y promover las nuevas técnicas… como lo más básico y elemental de no tratar de sacar un ternero atascado con el tractor, sino tratar de acomodarlo y tirar con cuidado para preservarlo vivo o bien hacer una cesarea… Después siguieron los trabajos para mejorar el trabajo en los tambos… claro, eran otras épocas y había muchos…
Recuerdo mientras escribo, y me rio, que me contó de un día que andaba paseando en el cochecito a una de sus hijas y estaban unos paisanos tratando de voltear un caballo y no podían… ella se acerca y les dice que no estaban haciendo bien la maniobra… Ante esto le dijeron de todo y poco menos la mandaron a lavar los platos… Sin embargo con su buen carácter tomó el lazo, hizo la maniobra como corresponde, volteó el animal y siguió paseando a su hija…
Al día siguiente lo paran al Negro y le dicen “Había sido brava su mujer Dr. Ehhh!!!!” (;>))))) Claro hoy no nos sorprende ver a una mujer veterinaria trabajando a campo… de hecho, con los años nuestras facultades se han ido “superpoblando” de mujeres, pero en nuestros inicios no eran muchas más de 10 en una promoción de a lo sumo 150 estudiantes… y a no dudar que no era fácil hacerse valer en un medio eminentemente machista para los trabajos de campo…
Viernes… como siempre, tempranero y a comenzar con los mates y bizcochitos y garabatear en la Tablet alguna idea para ir armando éste relato… Día para cumplirle a Sarita mi promesa de hacerle la bondiola de cerdo a la pizza que le había prometido y para la que había llevado la mayoría de los ingredientes…
Asique manos a la obra con los preparativos… preparar y condimentar la carne… cortar las cebollas y el morrón para después de una suave fritura agregarle condimentos, azúcar y ron y dejarla a la espera del momento de cubrir la carne cuando estuviera casi a punto…
Llegado ese momento, a cubrirla con el preparado previo y sobre éste queso cremoso, condimento para pizza y orégano… un ratito más al horno… y a darle “pá que tenga”!!! (;>)))))) Y si, claro… después de eso que menos se podía pedir que una reparadora siestita para amenizar la digestión… (;>)))
Las 17.35 y comienza a desarrollarse otra importante etapa de éste viaje… Con Fernando, más conocido en el ambiente motociclístico como “Soniafernando” nos “conocemos” desde hace casi 1 año… y sin él proponérselo fue la musa inspiradora para que le pusiera nombre a mi moto cuando comentaba que la suya se llamaba Margarita… y realmente no son pocos los que bautizan a sus máquinas, pero no todos exhiben su nombre en ellas…
No sólo es un incansable viajero junto a su esposa Sonia, sino que un eximio relator de sus viajes… verdaderamente leyéndolo se viaja a la par de él, tal es su calidad narrativa, cosa que admiré desde siempre. Lo cierto es que no pocas veces nos prometimos encontrarnos para conocernos personalmente, pero por distintas circunstancias nunca se dio la ocasión… hasta ahora!!!
Fernando está de viaje hacia el Norte… hasta dónde llegue con sus vacaciones y dineros… (;>))) y coincidió que para el 31 de Marzo estaría haciendo escala en Miramar, apenas a 100 km de Freyre. Como ese era un lugar que yo tenía intenciones de conocer, nos prometimos el encuentro y justamente a las 17.35 del viernes 30 me informa que se había instalado ya en Miramar, pasa la dirección y arreglamos para ir para allá al día siguiente tempranito…
Claro, un encuentro de dos personas no tiene nada de raro o descomunal… sólo que en nuestro caso, viviendo él en La Plata y yo en Caseros, que estamos a unos 70 km de distancia, tenemos que combinar para conocernos a 700 km de nuestras residencias… (;>)))) Pero bueno, así son las cosas y los misteriosos designios de Tata Dios...
Como buen mañanero, tranquilito, a las 6.30 y apenas esbozando la claridad inicio el viaje a Miramar tomándome mis tiempos para disfrutar y respirar el amanecer y sacar alguna foto, llegando a destino a las 8.30…
Emotivo y gran momento en el que nos fundimos en gran y sentido abrazo con Fernando y Sonia y se conocieron Antonieta y Margarita… nacidas ambas en la misma maternidad de Jawa o RVM como se llama ahora. Tras el saludo, cargamos los bártulos y nos fuimos a tomar unos mates con bizcochitos Don Satur a la costanera de la laguna como para darnos tiempo a calentar y descargar el pico… (;>))))
Terminada el agua caliente, aunque no las charlas, salimos a una breve recorrida recalando en el Gran Hotel Viena donde realizamos una interesante e instructiva visita guiada… No abundaré en detalles de ella y tan sólo les mostraré algunas fotos… sin embargo a quienes les interese el tema les dejo uno de los tantos links al respecto, aunque a no dudarlo encontrarán muchos más y hasta seguramente con otras historias… https://www.granhotelviena.com/la_verdadera_historia/ Sea cual sea la “verdadera historia” no deja de ser fuerte sentirse dentro del teatro de la misma y pensar en quienes estuvieron o pudieron haber estado allí y los misterios y secretos que atesoran las mudas paredes en partes desvencijadas que nos rodeaban…
Una de las características de las habitaciones es que no había camas matrimoniales y si les tengo que confesar mi sensación, por el tipo de cama y características de la habitación, me sabían a hospital… pero bueno, es una sensación muy personal…
Tras la recorrida que duró cerca de 1 hora, era el momento en que nuestros famélicos estómagos pedía una caricia… así es que fuimos a la oficina de turismo a averiguar por algún lugar como le gusta decir a Fernando, BBB… Estábamos decidiendo dónde ir y que menú elegir, cuando Sonia toma la mejor decisión: se fue a un super y trajo para armar suculentos sandwichs con fiambre surtido… se terminaron allí todas las dudas o discusiones (;>))))))
Estábamos ya meta sobremesa y pensando qué hacer, cuando a Fernando se le ocurre preguntarme si no estaba un poco baja la cubierta trasera… la miro… si, parecía estarlo… Me acerco (nos acercamos) a verificar y en efecto así era. Gracias a Tata Dios poco tiempo después de comprarla le agregué el caballete a Antonieta, así es que la posicionamos adecuadamente y al revisar la cubierta apareció el extremo de lo que sería un tornillo Parker descabezado de unos 4 mm de diámetro. Llamativamente y pese a tener Slime… lo tendría realmente?? No fui yo quien lo puso aunque en su momento me devolvieron el envase… Lo cierto es que ni visas de aparecer en ningún momento el producto y ni siquiera adherido a los casi 5 cm de largo del tornillo…
Como buen viajero llevo equipo completo, así es que de inmediato desplegamos el equipo para pinchaduras y leyendo las instrucciones comenzamos la reparación… Todo muy bien y perfecto, seguimos todos los pasos, colocamos el tarugo, inflamos la cubierta… y al momento de la prueba… algo no anda bien, pierdeeee!!!
Macana de novato, pensé… A retirar lo puesto, repasar las maniobras previas con mayor dedicación y colocar un nuevo tarugo e inflar… Sapo nuevamente… algo no estaba funcionando bien o yo no lo estaba haciendo según técnica…
Así fue que ante éste inconveniente debimos suspender el programa que teníamos previsto… Fernando fue a ver a un gomero que nos recomendara el dueño del hospedaje, pero el buen señor no tenía ganas de trabajar porque estaba lavando el auto… En fin, nunca falta alguien así… por lo tanto, inflada a la cubierta e iniciar retorno a Freyre buscando gomería, con Fernando “cuidándome” la espalda por lo que pudiera pasar… Averiguo en una estación de servicio y me derivan a una gomería pero estaba cerrada… a quien se le ocurre pinchar una goma un sábado a la tarde y casi sobre el final de la siesta… (;>)))) sólo a un pseudo porteño se le puede ocurrir algo así… (;>)))
Finalmente, en Balnearia paro frente a una estación de servicio a preguntar y me mandan a una gomería en frente… Había una moto a la vista, por lo que me dije, aquí safo!!! Y si, así fue… muy atento el hombre me atiende, montamos a Antonieta en su caballete, revisa la cubierta, saca el tarugo que tenía y sin más ni más y menos vueltas que yo, coloca otro y así quedó y está hasta hoy… La explicación que me dio es que mi tarugo era muy duro… (literal, malpensados y facilistas chistosos abstenerse de comentarios baratos…) y realmente debo creerlo porque evidentemente había un problema de contacto y obturación que no pudo solucionar ni el pegamento…
Pero lo más importante y sobre todo de destacar es que éste buen señor no se abusó de la situación y cobró lo que tenía que cobrar… apenas $ 50.- porque en éstas circunstancias uno vá entregado y esperando que “te sacudan” sin más ni más… Felizmente siempre se termina encontrando gente honesta!!!
Llegado a Freyre, urgente a comprar un buen heladazo para cenar… y así con Sarita entre charla y helado terminamos el día y me fui a descansar temprano porque tenía decidido adelantar mi regreso para evitar la esperable congestión de las rutas el lunes…
1 de Abril a partir de las 6… preparo jugo fresco para el viaje, cargo a Antonieta, sentida despedida de Sarita con la promesa de un futuro retorno y a las 6.50 inicio el regreso, llegando a casa a las 15.30 tras 8.40 horas de viaje. Placentero viaje, con escaso tránsito de camiones y sólo tramos con viento de frente y de costado que aumentaron el consumo de nafta pero no incidieron en la velocidad.
En resumen… un hermoso viaje del cual las mejores fotos y paisajes no están en la cámara y por ello no podré compartirlos con ustedes… están en lo más profundo de mi corazón y me acompañarán por el resto de mi vida… Las ruteadas de éste año, Carpintería primero, ésta ahora y la próxima a Corrientes serán esencialmente para decorar el espíritu… una suerte de “volver a vivir y revivir”…
RESUMEN TÉCNICO ANTONIETA.
Km recorridos: 1440
Consumo total: 74.35 lt
Consumo promedio: 18.97 km/lt
Mayor consumo: 14.92 km/lt En ruta 34 hasta Rosario por los vientos.
Menor consumo: 21.363 km/lt
Velocidad: entre 85 y 100 km
"Antonieta", Jawa 350-9